
CONSUME COMIDA REAL
Aquí empezó todo, con el libro #comecomidareal de #CarlosRíos. Empezó aquí por esa necesidad que tenía de cambiar, pero cambiar de verdad. Entendí que todo lo que viene en cajas muy bonitas y decoradas, con mensajes llamativos era una manera de confundir mi cerebro y hacerme creer que eso me hacía bien.
Lo que esas cajas contienen son productos que para mantener su sabor están llenos de azúcar, grasas saturadas y sodio. Tres elementos que nos van destruyendo poco a poco y nos vuelven adictos .
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Quiero hacer gráfico este ejercicio, así que explicaré los carbohidratos, que son una combinación de azúcares y pueden ser simples o complejos.
Simples: son la glucosa, fructosa y complejos: son el almidón y la fibra. Les tenemos "miedo" y son el "enemigo" de las "dietas" porque al consumirlos se convierten en glucosa, que es energía, si no la gastamos se transforma en grasa. De ahí la importancia de la cantidad... Pero eso es otro tema.

Entonces si consumimos productos llenos de carbohidratos simples lo que pasa es que en poco tiempo el nivel de azúcar sube mucho y eso causa inestabilidad de azúcar de la sangre, la sensación de hambre regresa rápidamente y hay tendencia a comer más. Mientras que si consumimos carbohidratos complejos no hacemos picos de insulina y consumimos fibra que es saciante, tiene nutrientes y nos mantenemos llenos más tiempo.


El consumir alimentos reales, no sólo implica comer frutas y verduras, implica comer alimentos no procesados o buenos procesados. Eso requiere que pongamos atención a las etiquetas de lo que compramos, no sólo ver las calorías, hay que ver los ingredientes, es aconsejable no consumir nada que tenga más de 5 ingredientes.


El espectro de alimentos es muy amplio: escojamos los más naturales, los que conocemos desde nuestra existencia, los que hemos aprendido a procesar desde tiempos ancestrales. Los demás pueden ser "ricos" al paladar pero no se pueden llamar alimentos, ya que no nos aportar nutrientes, son comestibles.

Finalmente la decisión es de cada uno y el precio también lo pagamos individualmente, nuestro cuerpo es donde habitamos y el mayor tesoro que tenemos. Te invito a reflexionar y a probar cambiar poco a poco, cualquier cambio es válido y más si es a largo plazo. ¡Así que únete!